¿Porqué no quieren que paguemos la deuda, y menos con reservas?


Por Walter Moore y Arturo Avellaneda


El Sistema Financiero Global está rebosante de dinero.

La Reserva Federal de Estados Unidos, lleva acumulados UN BILLÓN (millón de millones) de dólares, algunos de los cuales son la devolución de los bancos salvados y otros el remanente de una gigantesca emisión que no se usó al triplicar la Reserva la Base Monetaria[1]. Además el Tesoro de Estados Unidos está repleto de bonos de las gigantescas empresas inmobiliarias salvadas de la quiebra.

Y esta exuberancia monetaria tiene como contraparte una creciente tasa de desempleo, de persona que sin hogar, de pequeñas empresas quebradas, y mucho dolor humano.

Y a medida que aumentan sus tenencias, ante una demanda deprimida de dinero, no tienen más remedio que bajar los intereses. O sea que la banca está en oferta, no en demanda de dinero, esa, y no otra es lo que explica aquí el comportamiento de la horda de economistas, eternos cómplices del saqueo de la Argentina, que justo ahora no quieren que “Honremos la Deuda”.

Hoy, Los grandes bancos están repletos de los “Electrodólares” que les han regalado involuntariamente los ciudadanos norteamericanos como premio a su capacidad para estafar a medio planeta y luego ponerse a llorar porque podían quebrar.

Llanto de cocodrilo, pues evidentemente escondieron lo que tenían, para conseguir que el Tío Sam dejara a sus ciudadanos sin casas y sin empleos para que ellos siguieran ganando millones especulando con dinero que no es de ellos.

Peter Drucker afirma que en Estados Unidos ya no hay capitalistas sino una elite burocrática que administran los fondos de jubilación de los trabajadores norteamericanos, igual que los aprovechadores de la Nomenklatura soviética, los millonarios CEOs del sistema financiero no tienen capital propio.


LA OFENSIVA DE LOS BANCOS CONTRA EUROPA


Esta acumulación “munición monetaria” (los Electrodólares) obedece a la fase preparatoria del dispositivo destinado a destruir a los Estados Europeos, tal como advierte Le Monde Diplomatique[2]. Esto significa que se preparan para quedarse con todas las empresas estatales europeas, a desmantelar todos los sistemas de seguridad social para quedarse con el dinero de los jubilados, a desmantelar los bancos municipales, desmantelar los sistemas ferroviarios y aprovechar el caos resultante para que las multinacionales puedan apoderarse de las empresas locales, en fin, van a hacerle a los europeos lo mismo que ya nos hicieran a nosotros, el Tercer Mundo, durante la década desde 1970 a los 90.

Todos los medios especulan sobre la posibilidad de quiebra de Grecia, España, Portugal, Irlanda, Italia y Gran Bretaña, que hoy padecen una ofensiva monetarista muy similar a la que sufrimos los países latinoamericanos hace una década.

Hoy, Los grandes bancos norteamericanos (en realidad son bancos globales) están repletos de los “Electrodólares” que les han regalado los ciudadanos norteamericanos como premio a su capacidad para robarse medio planeta y luego ponerse a llorar porque corrían peligro de quebrar.

Llantos de cocodrilo, pues evidentemente escondieron lo que tenían, para conseguir que el Tío Sam dejara a sus ciudadanos sin casas y sin empleos para que ellos siguieran ganando millones especulando con dinero que no es de ellos, pues como afirma Peter Drucker, en Estados Unidos ya no hay capitalistas sino una elite burocrática que administran los fondos de jubilación de los trabajadores norteamericanos, igual que los estafadores de la Nomenklatura soviética, los millonarios CEOs del sistema financiero no tienen dinero propio.


LA JUGADA DE LOS “ELECTRODÓLARES” ES LA MISMA QUE LA QUE HICIERON EN LA DÉCADA DEL ´70 CON LOS PETRODÓLARES


Así como estos canallas de la Banca Mundial aprovecharon la enorme abundancia de dólares en poder de los árabes generados por el aumento del precio del petróleo, y armaron un sistema para obligarnos tomar deuda que no necesitábamos, con el argumento de que prestaban con mínimos intereses, y cuando asumimos esos compromisos, la FED los aumentó, y eso nos subió a la “calesita de la Deuda”, pues las sucesivas refinanciaciones nos convirtieron en verdaderos “prisioneros de la Deuda”.

Ahora van a repetir la jugada que hicieron en el Tercer Mundo, con los países europeos, usando la abundancia de estos electrodólares inventados para “solucionar” el eventual colapso bancario europeo. Es la parte actual de un proyecto estratégico, que destinado a controlar los Estados Nacionales europeos, que ya habían perdido la batalla estratégica cuando aceptaron el Tratado de Maastrich gracias al cual se creó el actual Banco Central Europeo, que vemos incapaz de rescatar a sus países asociados que se encuentra en riesgo económico.

La próxima etapa del plan de saqueo consiste en cambiar por bienes reales la gigantesca emisión de dinero que la Reserva Federal imprimió en su honor. En otras palabras, tienen que convertir estos papeles y en riqueza que buscarán saquear en cualquier parte del planeta, para lo cual deben hacerlos ingresar en el circuito mercantil, y con este delirio industrialista o el de la “Revolución Verde”, están destruyendo el patrimonio ambiental del planeta: Exterminan los peces para convertirlos en una sobreoferta de latas en los supermercado, destruyen los nutrientes de la tierra para vender productos químicos, talan los bosques para hacer alimento para los cerdos chinos, arrasan con el agua potable para sacar metales de las montañas, etc. en una gigantesca maniobra plane taria, estos siniestros personajes, destruyen las fuentes de la vida para preservar el balance de los bancos.


LA DEUDA EXTERNA ES UN INSTRUMENTO DE OPRESIÓN


La banca internacional no quiere que le paguemos la deuda en este momento en que los intereses están bajos. Su interés actual es que nos volvamos a endeudar, pero el peronismo siempre quiso lo contrario.

No podemos olvidar que Perón declaró la Independencia Económica justo en el momento en que se libró la cancelación total de la centenaria deuda externa de la Argentina, y cuando lo derrocó el golpe militar el país no tenía deuda externa.

Esto es lo que deberíamos hacer nuevamente. Liquidar la deuda legítima, previa auditoría, y prohibir constitucionalmente el endeudamiento de cualquier estamento del Estado con acreedores externos.

Con este cambio de mando deberíamos eliminar las ridículas estipulaciones del Banco Central que obligan a mantener reservas en divisas para “avalar” la emisión de dinero nacional, una medida que impuso Joe Martínez de Hoz, el “Gran Estafador”, que tiene como único propósito que nosotros les permitamos a los norteamericano emitir moneda que no se utiliza en su país, porque en realidad, para respaldar algo debería tener una riqueza real que pudiera sustituir a los papeles que nos entregan, y si esta riqueza es una pequeñísima parte de los pagarés emitidos (porque el dinero es solamente un pagaré estatal). Así como desde 1971, cuando Nixon dejó el respaldo oro argumentando que el respaldo de su moneda era su sistema productivo, nosotros podemos usar el mismo argumento.

Además no es admisible que el dinero de nuestras reservas no se encuentra en las arcas de nuestro Banco Central sino que figure depositado en el muy suizo Banco Internacional de Pagos de Basilea (BIS), en cuyo directorio, la República Argent ina no está representada, pues es un feudo del G7[3].

Y es creíble que este Banco no quiera desprenderse de estos activos, instruyendo a sus empleados y sirvientes que se oponga a eso, pues esa actitud argentina puede ser un mal ejemplo para los otros países que siguen prisioneros de las deudas, pues según afirma Aníbal Grosso, la deuda externa es sólo un fraude mediático armado mediante discutibles técnicas contables, y si la analizamos desde un punto de vista realista

Y es creíble que este Banco no quiera desprenderse de estos activos, instruyendo a sus empleados y sirvientes que se oponga a eso, pues esa actitud argentina puede ser un mal ejemplo para los otros países que siguen prisioneros de las deudas, pues según afirma Aníbal Grosso, la deuda externa es sólo un fraude mediático armado mediante discutibles técnicas contables, y si la analizamos desde un punto de vista realista

¿Cuánto tiempo pasará para que este dominó financiero comience a caer antes, cuando el mundo se opondrá a sustituir riqueza real a cambio de una emisión de cifras de computadoras ?

Y ¿cómo podemos aprovechar esta circunstancia a favor de nuestra Nación y nuestro Pueblo?
Ahora es el momento en que debemos recordar lo que hemos pasado y pensar sin miedo en nuestro futuro.

Podríamos empezar por pedir al Banco de Basilea que nos devuelva nuestro dinero, que ya somos bastante grandes como para guardarlo nosotros.

No es que seamos desconfiados, pero recordamos que Lord Beresford ya se robó “cinco toneladas de pesos plata”, y el diputado Franco Caviglia denunció que “entre el 20 y el 30 de noviembre del 2001se fugaron del país divisas a través de 358 camiones de camiones de caudales , en pleno “Corralito”, con un importe estimado entonces en 10.000 millones de dólares, pero entonces podíamos comprar una onza de oro por 300 dólares, mientras ahora vale más de 1000.

Yo creo, que debemos ayudarlos a quebrar, y hacer realidad el pedido de nuestro pueblo del 19 de diciembre de 2001 “Que se vayan todos”.


[1] Denominan Base Monetaria a la decisión de poder emitir dinero sin más trámite, este “dinero potencial” se convierte en Dinero Circulante cuando el Banco Central lo remite a los bancos para que los ingresen al circuito económico.

[2] Le Monde Diplomatique, que advierte sobre el “Asalto final de la Banca Global contra los Estados Nacionales

[3] Se denomina G7, o Grupo de los siete, a un grupo de países industrializados del mundo cuyo peso político, económico y militar es muy relevante a escala global. Está conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, aunque el BIS tiene otros cuatro socios ricos.